y se indispuso a dibujar los caracteres que estaban olvidados, obligadamente olvidados

martes, 10 de agosto de 2010

Dominación


y es desde que el Tiempo
como un cuchillo transparente
comenzó a romper el Espacio


Refractación absolutamente natural
una luz atraviesa el hueco en la mano.

Reconstrucción:
(la imperatividad del signo
exige el camino de regreso)
desde los matorrales de la libertad
hay, constante, una mirada que acecha.

Lejos
en la distancia
la esperanza
utopía
cerca
inverosímil
tiene otra cara
que desconozco

A mi lado: imágenes de un mundo que no me incluye
catálogo que genuinamente me descarta.
La lucha es en blanco y negro
ante mí, la parafernalia de lo real en 24 colores
y la parafernalia, que tiene mucho que ofrecer a los ojos,
para paliar las esperanzas verdes en blanco y negro
con colores y colores me acribilla.
Como burro no me aburro
los colores, la intermitencia
y olvidarme de mí y creerme el otro
me sumerjo en la cajita feliz llena de colores ligeros
y ligeramente me decoloro en la confortable idea
de lo fantástica que es la dominación.

Embelesada observo. Seré una diosa, en lo posible rubia.
Una fabulosa veleidad encantadora.

sábado, 7 de agosto de 2010

Soy Mujer
mujer
mujer barro y ceniza
mujer y en cada letra, soy
un soplo prudente
del aire donde nace mi nombre.
Soy mujer de espalda dócil y médula firme. Aún cuando las carnes se me abran de norte a sur para darte paso, sigo siendo esa curva en la que te hago entrar y te desvío. Entrás y te suelto. Dejo de ser un lugar de paso para emprender el paso por vos, constantemente. Y puede, sí, que mueras en esta elipse que se rehace y se mueve, se engulle a sí y se alimenta, te envuelve desde lejos sin que te puedas soltar, porque enérgicamente querés formar parte de un agujero que te absorbe y te sustenta. Entrás y entrás dando vueltas, y seguís girando para meterte más y todo es para vos una gran serpiente enroscada que te constriñe y te ingiere.


Querés ser tanto una masa homogénea en mi cuerpo circular y elíptico que te resignás a disolverte en la circunferencia líquida que me separa del mundo, un mundo que no es nada para vos, nada que no sea yo, que te amalgamé conmigo. Y soy mujer y sos hijo. Y este vientre, más amplio que el de madre sube en órbita porque soy Mujer y mi vientre es mundo.


Vos entraste y entraste para quedarte, te ampliás, buscas extinguirte dentro de mí antes de que se silencie este movimiento. Pero tocás un punto inexistente, núcleo que se te aleja sin que logres alcanzarlo. Y sólo te resta derrapar en este vacío que te contiene cuando dejás de ser hombre virgen para caerte al pozo que te arrastra y desespera. Y soy tu Ojo y soy tu Abismo.


Caés, caéte que acá no hay donde caerse, que tus pies no van a conocer algún fondo. Acá no hay tal cosa, soy un túnel en espiral, honda guarida. No vas a poder salir de este lugar en el que el sexo y la muerte se aman demasiado. Pero no yo, Mujer, Soy mujer y siempre seré virgen. Mi matriz es una réplica de cosmos y en mí las cosas no nacen ni mueren, sólo forman parte. Acercate sí, acercate, que tarde o temprano vas a querer entrar. Aunque mires para atrás, aunque te eches para atrás porque el miedo te hace retroceder, tenés debajo del ombligo y entre las piernas la raíz apabullante que anda agónica buscando tierra. De hecho volvés, porque sabés que eso llega conmigo. Y te recibo, aunque tu devoción no me sea indiferente, aún cuando rompas las múltiples formas de mi cuerpo y me desgarres como si fueras a nacer.


Yo como un dios, te devoro de principio a fin, para acrecentar mi resorte con cada vez más anillos. No tengo extremos, sólo un existir vital, fatuo o fatídico donde todo lo que de mí sale a mí vuelve. Honda y redundante. Amplia y estrecha. Soy turbia, soy agua, soy etérea: soy mujer.
en la veta más tenue de la noche

y sobre el umbral inesperado de lo posible

se esparce constantemente la desmesura:

volveré a encontrar en la tenue veta

donde se abre la noche

esa distancia específica e iluminada

que recorre un beso adentro de las bocas.

Camino que atraviesa todos los espacios,

instante que destroza la sucesión del tiempo.
Ruje entre los pies la palabra que acopla

estaré sobrando en el sitio de las velocidades?

habré aprendido de la percepción sin bordes?

que se expande en la rigidez de lo nítido.

Abro los ojos a los espacios imposibles

para ya no buscar la belleza

atascada en oxidados mecanismos

camino los rumbos librados por el temor.

Vuelvo jugando a encontrarte.
Observación




Boca tuya, hilera de gatos que corren por el techo, con ruidos de noche haciendo el temblor y el estrépito. Boca tuya, ésa, la de rojo y rosa viejo, la creadora, la criminal, la quijotesca. Boca de paradigmas y sandeces. Construyendo las magnánimas coordenadas: acá-ahora. Boca de gato a cara de perro. Arcos sueltan flechas. Boca en sí misma, en rostro y cuerpo. Boca lápiz, perfil bocático del que saltan países y bellezas. Locuacidades de plomo largadas en serie. Boca ésa captagórica de besismos, inquisidora, dubitativista, universalizándote el rostro.